Hay varias cosas que para un maño de pura cepa son intocables, como el Real Zaragoza y el Ebro. Pero por encima incluso se sitúa la Virgen del Pilar. Y, por supuesto, la Basílica en la que está. Trasciende cultura y religión, siendo multitud los que, aun sin ser creyentes, visitan a la Virgen en el más importante templo mariano de la cristiandad.
Y yo, como maño y fotógrafo, nunca puedo dejar de retratarlo. Con niebla, sin ella, con sequía, con riada, con sol, nublado, de día o de noche, con la cámara o con el móvil, con efectos o sin ellos, en HDR o con un ojo de pez... como sea. Así que aquí están muchas de mis fotos del Pilar. Espero que os gusten.
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